El título de mí texto es una referencia a uno de sus mejores cuentos(*)
Sepan disculpar, esto no es lo mío, pero va:
19 de Julio
de 2007
Que te
voy a explicar a vos Negro.
Si yo,
que aflojaba por cada uno que se iba, con cada compañero de la vida, por vos no
pude ni un poco, de llorar nada.
Te digo
que cuando lo vi al hijo del gordo Osvaldo en la foto del entierro con la
adolescencia quieta y la camiseta del cuervo usada, yo, que soy quemero a
mucha honra, no pude dominar lo que caía, no pude contener lo que brotaba.
Y que
te cuento del llanto por Adolfo, el de la sonrisa pícara y las canas eternas,
con su dolencia larga. Antes me paso con el Alfredo, el que usaba gomina y
pinta añeja, ese de la voz querible. Hay quien dice que es de otra orilla y
miente, si la emoción no sabe de lenguas, menos aun sabrá de patrias.
No fue
con los únicos Negro, no creas, también llore por Don Osvaldo, con el Recuerdo
del gran tango, y algo de eso se pianto con Alberto, el otro negro, el
que de tanto jugar se la creyó que volaba.
También
cuando John fue muerto por un ¿loco? y que te puedo decir de los postreros. Del
gordo Alorza, un verdadero hereje, el de la guardia. Hace poquito nomás me toco
el Flaco, con su voz rabiosa, casi invisible, se llevo un cacho de mi juventud
, mi infancia. Con que cara te digo Negro, que por vos no pude llorar nada.
Y no
Negro, no es por tanta risa y menos por tu última broma, que no es grata. No es
por eso Negro es otra cosa, que nunca escribí de puro maula.
Que te
voy a contar que vos no sepas Negro. Si como vos, también fui el monito, el del
sueño precoz, el que bordaba. Si ese cuento se lo dedicaste con justicia al
otro Osvaldo, el maestro escriba de otras voces, de tantas poesías futboleras,
de esa, nuestra magia.
Hoy,
que ya no quedan conejos, cabriolas, ni fanfarrias, nos falta el tipo que la
escolaseaba, ese que la llevaba junto al pie con el trazo justo y la mansa
sonrisa dibujada.
Perdón
por el choreo Negro, pero me tropecé con las palabras y dolores, cuando me
hiciste un foul artero, un foul de atrás lejos del área.
Perdón
por el choreo Negro, es homenaje, de un tipo que de llorar sabe lo justo, pero
de garabatear no sabe nada.
Como te
iba a llorar, Negro querido, si te fuiste el día del gran silencio, esa nota
muda de la nada, cuando lo había dejado a mi viejo, mi papá, solo para siempre,
empeñando la última lágrima y hoy se me hace que flotaba tu partida, porque vos
también abandonabas.
Si te
fuiste al otro día que don Tucho, durmiéndote de a poco, igual que el viejo,
igual, dos gotas de agua, sin llamar la atención, sin levantar la voz, si en la
puta vida te hizo falta.
Como
olvidar que esos dos días malditos iban en yunta, ocultos por detrás de la
nevada. Lo tengo claro porque aquel frío hoy no afloja, porque el corazón me
dijo basta, se plantó y desde ese ayer, no es más que escarcha.
Riqui
http://www.negrofontanarrosa.com/publica/cuentos/fp_cn_t.asp?id=17

Que bueno el homenaje, explícito al inmortal Negro Fontanarrosa, pero también a un cierto ritmo de conversación coloquial que transita el cuento 19 de diciembre de 1971.
ResponderBorrarMe gustó releer tu texto luego de leer el cuento de Fontanarrosa.
Los homenajes son diversos y emotivos (me llegó especialmente el de Olmedo).
Me parece un poco confuso en el inicio "...por vos no pude ni un poco, de llorar nada". No se si la inversión sintáctica es poética pero me obligó a releerla y me hace ruido.
Muy logradas ..."si la emoción no sabe de lenguas, menos aun sabrá de patrias" y la del final con el corazón helado. Espero que no al punto de congelamiento del pobre viejo Casale ;)
La letra llora el sentimiento de la pérdida.
Saludos,
Claudia
Gracias Claudia.
ResponderBorrarMe falto una mención, imperdonable para mí, ya lo corregí. El texto no tiene ninguna pretensión estética, es más bien una catarsis. Y recuerda, por la arbitrariedad de una fecha, la muerte de mi viejo y la del Negro con un día de diferencia. Lo subí por esa fecha y por otro hecho. Se había accidentado un amigo de mi hija el día anterior, estaba muy grave, falleció ayer, y no lo pensé mucho, es como que necesitaba hacerlo. Hoy no hubiera podido, la destrucción es casi total.
Perdón y abrazos.
Espero estés mejor.
ResponderBorrarUn abrazo.
Claudia